En esta publicación vamos a ver las principales
características que mantienen la Trotaconventos y Celestina. La Trotaconventos es un personaje
que sale en el “Libro de Buen Amor” escrito por el Arcipreste de Hita (S.XIV). Su
nombre verdadero en la novela es Urraca. La Celestina como bien sabemos sale
del libro de Fernando de Rojas (S.XV).
Ambos personajes tenían el mismo oficio: alcahuetas.
La gente recorría a ellas para arreglar sus problemas amorosos.
La Trotaconventos:
Iba de convento a convento llevando mensajes de amor
de señores a las damas religiosas. Era una mujer fiel, pícara, que sabia mentir
y ocultar secretos hábilmente. Llevaba rosarios y sabia consejas. Era andarina,
sabía ir por las calles de las ciudades y no era ni lenta ni torpe. Usaba el
encanto para engañar.
Respecto sus oficios era herbolera (sabía de
hierbas), partera (nacimiento de los niños) y alcoholera (sabia hacer perfumes
y maquillajes. Se dedicaba al mundo de la cosmética).
La Celestina:
Era una mujer viuda, muy pobre y que se ganaba la
vida como podía. Tenía las mismas características que la Trotaconventos pero
además hacia hechicería, abortos y reparaciones de himen. Sabía coser muy bien.
Ambas están orgullosas
de su oficio.
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